El almidón resistente es un tipo de fibra presente en alimentos ricos en almidón que, tras ser cocidos y luego enfriados, cambian su estructura y no se digieren en el intestino delgado.
En lugar de ser absorbido como glucosa, llega intacto al colon, donde sirve de alimento para las bacterias beneficiosas de tu microbiota intestinal. Además, favorece la saciedad, mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a regular la glucemia. 🌱
Este proceso convierte alimentos como la patata, el arroz o la pasta en verdaderos aliados para tu salud digestiva, siempre que se consuman fríos o recalentados suavemente (por ejemplo en microondas o sartén a fuego medio, hasta que estén calientes para comer, pero sin freír ni gratinar fuerte).
💡 Incluirlo de forma habitual puede contribuir a la prevención de enfermedades metabólicas y mejorar tu bienestar digestivo de forma natural.
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